La pareja es una de las relaciones más importantes de nuestra vida adulta y, como cualquier relación, está sujeta a continuos cambios y crisis que, si no se resuelven, impiden el crecimiento mutuo. La vida en pareja no se configura como un sistema estable, es un proceso dinámico que atraviesa diferentes fases en función del momento evolutivo o normativo de la pareja, de situaciones externas que afectan a la estabilidad de la misma, e incluso decisiones personales que pueden generar tensiones.
Esta evolución de la vida en pareja, implica necesariamente disponer de ciertas herramientas que doten de flexibilidad y adaptación para hacer frente a estos cambios. Para todo ello, el conocimiento de la ubicación en la que se encuentra la pareja es un factor crucial, y requiere un conocimiento previo sobre las etapas por las que pasa la pareja. En estos momentos de crisis y malestar, la terapia de pareja es un recurso que puede ayudar a potenciar las herramientas de afrontamiento, facilitando la toma de contacto, dotando de perspectiva, apoyando la resolución saludable, integrando y resolviendo la crisis para engendrar una mirada conjunta de futuro.